A pesar de los avances globales en la tecnología digital, la gestión de activos se está quedando atrás y muchos todavía dependen de tecnología anticuada para realizar su trabajo. Los procesos manuales dificultan mantenerse al día con el rápido ritmo de cambio en esta industria tan volátil. 

Sin digitalización y automatización, los administradores de activos y los inversores no operan de manera eficiente y se enfrentan a diferentes desafíos tales como:

Documentos en papel: que limita la visibilidad, dificulta la productividad y ralentiza los procesos. 

Datos desconectados:  La transferencia de información entre sistemas deja margen de error al recopilar y procesar datos. 

Incapacidad para visualizar datos: Sin una representación visual de los datos, es difícil y lleva más tiempo para los gerentes comprender las tendencias e identificar patrones en sus carteras lo que puede llevar a perder oportunidades de inversión.

Falta de trazabilidad y responsabilidad: Al trabajar sin un flujo de trabajo automatizado se puede dificultar supervisar el trabajo en proceso. 

Cumplimiento normativo: es más difícil garantizar el cumplimiento y realizar una evaluación de riesgos. Es necesario llevar a cabo procesos como KYC, detección de fraude y otros controles regulatorios. 

Beneficios de automatizar la gestión de activos

Toma de decisiones basadas en datos: le permite análisis predictivos. A través del aprendizaje automático para identificar patrones en datos históricos. Las decisiones oportunas y basadas en datos ayudan a tomar decisiones de inversión óptimas.

Mejora de la productividad y la asignación del trabajo: los flujos de trabajo automatizados brindan a los gerentes una vista de alto nivel de todos los casos y les permiten ver el trabajo de los equipos en tiempo real para que puedan reasignar el trabajo si algunos equipos están sobrecargados y no pueden cumplir con sus plazos. 

Informes y comunicación mejorados: Las visualizaciones de datos habilitadas por la automatización ayudan a crear informes completos para los clientes y les facilita la comprensión del estado de su cartera. 

Adaptabilidad y agilidad: trazar procesos de negocio listos para la automatización proporciona la flexibilidad para modificarlos de un extremo a otro, lo que permite a las empresas ser ágiles frente al cambio. 

Cumplimiento garantizado: la digitalización de procesos garantiza que las estrategias de inversión cumplan con las regulaciones financieras, con documentos de seguimiento de auditoría automatizados que brindan un registro claro de todas las tareas completadas dentro del proceso. 

Crecimiento y escalabilidad: puede tener control y eficiencia en los procesos de un extremo a otro y permite que las organizaciones sigan creciendo sin dejar de brindar un servicio al cliente eficaz. 

Experiencia de cliente mejorada: la transparencia y comunicación mejorada que permiten los procesos automatizados ayudan a proporcionar información actualizada, que esperan los clientes.

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